¿Hormigón translúcido? ¿Es eso posible? ¿Tiene aguante suficiente para ejercer como parte de la estructura?
Sí, es posible y a día de hoy existen dos maneras de fabricarlo: la primera es incorporando fibras de vidrio en el interior (Litracon), y la segunda y más moderna es mediante un aditivo llamado ilum (cuya fórmula parece estar junto con la de la Coca-Cola).
Litracon es simplemente un acrónimo de Light-Transmitting Concrete que da nombre a una empresa desarrollada en 2001 por el arquitecto húngaro Áron Losonczi. Éste material es el resultado de la combinación del hormigón con millares de fibras de vidrio que se encargan de transportar la luz de un extremo a otro del elemento. Estas fibras miden entre 2 µm y 2 mm y ocupan hasta un 5% del volumen total. Normalmente se desarrolla en forma de bloques y no posee una función estructural.
La segunda manera fue descubierta y patentada en 2005 por dos estudiantes mexicanos de ingeniería civil (Joel Sosa y Sergio Omar) y se basa en la combinación de un cemento blanco junto con ilum, agua y áridos,. De esta manera logran una pasta translúcida que al endurecerse se vuelve además un hormigón más resistente, ligero e impermeable, pudiendo así ser usado de manera estructural. Es hormigón recibe el nombre de hormigón translúcido polimérico.
En 2008 los estudiantes dieron el salto a Europa asociándose en Hungría con la empresa de Áron Losonczi. Actualmente se encuentran expandidos por casi todo el mundo.
Las principales ventajas de ambos son la estética (nada que ver con el tono grisáceo normal) y el ahorro energético, ya que permite el paso de aproximadamente un 70% de la luz. El principal inconveniente es que el coste es algo más elevado respecto a un hormigón normal.
Más información:
LiTraCon
Ilum | Concretos Translucidos
Monografías
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